miércoles, 19 de junio de 2013

Non nobis, Domine, non nobis

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas" (Jn. 1:1-3).

Al principio fue Dios. Y el deseo de hacer camino. Y de salir corriendo sin mirar atrás, el buscar un sitio dónde ser una nueva persona. Renacer a una nueva vida, y que la anterior muriera, se convirtiera en un soplo de cenizas al viento.

Anduve, caminé. Y sigo en ello, por toda una vida. Hasta que el caminante se convierta en camino por el que otros transiten. Hacer caso de Pedro y dejar que sea otro el que te ciña. 

El camino no tiene por qué ser largo. O abrupto. O difícil. Pero sí te puedo asegurar que estará lleno de baches, tropezones, ampollas, cansancio. Y felicidad, encuentro, sorpresas, vida. Todo dependerá del guía que tomes, del mapa que sigas, de qué indicaciones obedezcas. De si pretendes atajar, vadear las partes que menos te gustan, menos te interesan. En resumidas cuentas todo depende de ti, de tu libertad. Porque es el  más precioso don que nos dieron a los hombres -amigo Sancho-, la libertad. Nos fue dada, cuidado. Dada en el Amor del Padre, del Creador a su criatura. No es un derecho adquirido, algo que reclamar, algo que arrojar al prójimo, una valla que levantar frente a los demás. Soy libre, no invadas mi libertad. No hay mayor libertad que dejarse invadir, dejar que sea otro el que tome posesión de lo nuestro y vivirlo, construirlo, juntos.

Libres de caminar, libres de pararse. Libres para pasar de largo, o para detenerse y ayudar. Libres para elegir el Amor, y para elegir el odio. Libres porque somos amados. 

Y ésa es la Verdad que nos hace libres. Sabernos amados en todo momento, por nuestro Padre que está en el cielo. No pactes a la baja con verdades tipo Wikileaks, verdades de almacenar datos, verdades de poder enfrentarse contra el enemigo terreno, verdades para los hombres, para sus intereses, para sus egoísmos.

Al final será también Dios. Su Verdad, Su Libertad, Su Amor. Alfa y Omega. 

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